El mundo del fútbol se ha visto sacudido por un escándalo de proporciones inesperadas: Paul Pogba, el destacado centrocampista de la Juventus, ha dado positivo en un control antidopaje. La noticia, dada a conocer por la agencia de noticias ANSA, ha dejado a la comunidad futbolística en estado de shock.

El controvertido episodio tuvo lugar durante el primer partido de la Serie A 2023-24, en el debut de la Vecchia Signora contra Udinese, un partido que terminó con una victoria por 3-0 para el equipo turinés. A pesar de no haber disputado ni un solo minuto en ese encuentro, Pogba fue requerido para someterse al control antidopaje, y los resultados revelaron la presencia de restos de testosterona en su organismo.

Paul Pogba, de 30 años, ha tenido una temporada complicada hasta el momento, habiendo jugado solo 52 minutos en la Liga con la Juventus. Su regreso al equipo italiano, donde ya había militado entre 2012 y 2016, se vio empañado por una larga lesión. A pesar de su regreso desde el Manchester United el verano pasado, Pogba solo ha participado en seis partidos de liga con la Juve, siendo titular en uno de ellos.

Las repercusiones de este positivo no se han hecho esperar. Según informa Sport Mediaset, el futbolista ha sido suspendido cautelarmente y se le ha otorgado un plazo de tres días para solicitar un contraanálisis. Si el positivo se confirma en esta instancia, Pogba será sometido a juicio por el tribunal nacional antidopaje italiano. La inhabilitación por dopaje podría alcanzar hasta dos años, pero este período podría extenderse a cuatro si se demuestra que el deportista tenía la intención de doparse. Este caso pone de manifiesto la importancia de mantener la integridad y la limpieza en el deporte, así como las graves consecuencias que pueden enfrentar quienes intentan eludir las normas antidopaje.