El gobierno argentino está considerando la posibilidad de suspender las exportaciones de Gas Licuado de Petróleo (GLP) a Paraguay como parte de las medidas adoptadas en medio de la creciente tensión diplomática entre ambos países. Esta decisión podría tener un impacto significativo en la situación energética de Paraguay.

La medida, que se presenta como una represalia a la crisis en torno a la hidrovía Paraná-Paraguay, ya se ha materializado de facto con la detención de 20 camiones que transportaban GLP hacia Paraguay y que permanecen varados en Puerto Pilcomayo, en la frontera, desde el sábado pasado. El cónsul paraguayo en Clorinda, Pedro Krauer, declaró recientemente que existe una «orden verbal» para cortar las exportaciones de GLP desde Argentina.

Desde la Secretaría de Energía de Argentina, dirigida por Flavia Royon, se ha indicado que esta es una opción que se encuentra sobre la mesa y que se está evaluando como parte de las medidas adoptadas en respuesta a la crisis en la hidrovía.

El suministro de GLP a Paraguay es de vital importancia para el país vecino, especialmente después de la disminución de las reservas de gas bolivianas, que han llevado a Argentina a convertirse en el principal proveedor de GLP para Paraguay a través de YPF. Sin embargo, las exportaciones de GLP de Bolivia han disminuido considerablemente en el primer semestre de este año, lo que ha llevado al gobierno paraguayo a buscar proveedores alternativos.

Si Argentina decide finalmente suspender las exportaciones de GLP, esto podría afectar significativamente el suministro de Paraguay, que ya se encuentra bajo presión debido a la disminución de las exportaciones bolivianas y a su dependencia de Argentina como proveedor principal.

Además de las tensiones comerciales, las declaraciones recientes en el Congreso por parte del diputado paraguayo Rubén Rubín, en las que mencionó la posibilidad de una guerra y la necesidad de misiles, han aumentado la tensión entre los dos países. Rubín más tarde aclaró que sus comentarios no se referían a un conflicto con Argentina y pidió disculpas por cualquier malentendido.

El conflicto central entre Paraguay y Argentina se centra en el cobro de peajes en la hidrovía Paraná-Paraguay. Si bien ha habido desacuerdos y promesas incumplidas en torno a este tema, la situación diplomática actual plantea problemas para ambas naciones.

Por otro lado, la preocupación por el presupuesto en defensa nacional ha surgido en Paraguay en medio de esta tensión. Rubén Rubín, el diputado que generó controversia con sus declaraciones, destacó la importancia de invertir en tecnología y misiles para proteger los recursos del país, aunque aclaró que no buscaba un conflicto bélico con Argentina. Se dejaran a continuacion algunas de sus declaraciones:

«Si vamos a la guerra con Argentina, salimos perdiendo. Mi declaración de ninguna manera invita a un conflicto bélico con argentina. Casi que tengo vergüenza ajena. Si se interpretó así, pido disculpas.Este roce con el país vecino es un claro ejemplo de que el presupuesto en defensa nacional tiene que ser prioridad. Yo como joven paraguayo sí iría a la guerra. Sin duda iría a la guerra por mi patria. Yo creo que acá no es tanto el tema de cuántos soldados o efectivos tenemos, pero sí de tecnología, de misiles que alcancen a zonas clave de la región, que protejan nuestros recursos.»

¿Cómo puede ser que Estados Unidos esté dando préstamos a un país que trabaja con China y a nosotros nos dicen ‘no trabajes con China, trabajen con Taiwán’ y encima no nos dan plata para armamento?Entiendo que las prioridades son otras, como tener mejores escuelas, hospitales, transporte público. Ahora, me pregunto nomás yo, no es una afirmación. ¿De qué me sirve a mí mejores escuelas si no tenemos la capacidad de defender esos edificios, nuestras fronteras o nuestras hidroeléctricas? Cuando dije que iría a la guerra como paraguayo no hacía referencia a un conflicto con Argentina ni nadie en particular, fue patriótico. No existe la palabra argentina, no existe esa frase. Es una estupidez rotunda».

«Está escalando la situación y de manera bilateral. No se sabe quién es el responsable. el gobierno de Alberto Fernández está fuera de rosca y nosotros nos tenemos que plantar», manifestó al respecto del conflicto con la Hidrovía y Yacyretá, y agregó: «La tensión no es entre pueblos. Es entre Alberto Fernández y peajeros»