El Municipio de Hurlingham ha anunciado el relanzamiento de su exitoso programa de cuidadores de árboles nativos, una iniciativa que busca involucrar a los vecinos en la mejora del arbolado urbano y la creación de un entorno más verde y saludable. Este programa, que forma parte del plan integral «Hurlingham Reverdece», ofrece a los residentes la posibilidad de solicitar un árbol nativo para plantar en la vereda de sus hogares, con el compromiso de cuidarlo y contribuir al desarrollo del arbolado público de la ciudad.

Las autoridades municipales destacan que los árboles son un elemento fundamental en la identidad y el bienestar del Distrito. Hurlingham, conocido por sus espacios verdes y su compromiso con el medio ambiente, busca reforzar esta característica a través de la reforestación con especies nativas. La elección de árboles autóctonos no es casual; estas especies están adaptadas al clima y al suelo local, lo que les permite crecer de manera más saludable y sostenible, además de ofrecer beneficios ecológicos significativos, como la mejora de la biodiversidad y la reducción de la huella de carbono.

El programa «Hurlingham Reverdece» no solo tiene como objetivo embellecer la ciudad, sino también hacerlo de manera responsable y segura. Para lograrlo, se hace un llamado a la comunidad para que participe activamente en el proceso de reforestación. Este esfuerzo conjunto entre el municipio y los vecinos busca garantizar que los nuevos árboles reciban los cuidados necesarios para prosperar, creando un entorno más verde para las futuras generaciones.

La participación en el programa de cuidadores de árboles nativos es sencilla y accesible. Los vecinos interesados en formar parte de esta iniciativa solo deben completar un formulario disponible en la página web del Municipio de Hurlingham. Una vez que se haya recibido la solicitud, las autoridades municipales se encargarán de entregar el árbol solicitado directamente en el domicilio del solicitante, junto con las instrucciones necesarias para su plantación y cuidado.

Este enfoque facilita que los residentes se involucren en la reforestación urbana, al eliminar barreras logísticas y ofrecer un acceso directo a los recursos necesarios. Además, permite una distribución más equitativa del arbolado en las distintas zonas de la ciudad, fomentando un desarrollo urbano más equilibrado y sostenible.