La localidad bonaerense de Hurlingham se vio sacudida por un violento hecho de inseguridad que dejó como saldo a un gendarme herido y un ladrón atropellado durante un intento de robo. El incidente, ocurrido en plena vía pública, fue captado por una cámara de seguridad y puso nuevamente en el centro del debate la falta de medidas efectivas contra el crimen en la zona que tanto se menciona.

El hecho sucedió en el cruce de las calles Delfor Díaz e Isabel del Maestro, cuando el gendarme Víctor Rodrigo Formichelli fue sorprendido por dos motochorros que intentaron robarle su motocicleta. El ataque, registrado por una cámara de seguridad, mostró cómo los delincuentes abordaron al gendarme y, tras un forcejeo, lo balearon en la pierna, provocando que cayera sobre el asfalto.

La secuencia fue presenciada por el conductor de una camioneta Renault Kangoo blanca que se encontraba delante de la víctima. Al observar el ataque, el conductor reaccionó rápidamente y dio marcha atrás, atropellando a uno de los delincuentes. Sin embargo, el asaltante, pese a estar herido, logró ponerse de pie y huir junto con su cómplice en la moto robada, dejando su propio vehículo destrozado en la escena.

Aunque los delincuentes lograron escapar, la situación empeoró momentos después cuando, en una acción que sembró aún más pánico, los motochorros regresaron a la escena y efectuaron disparos al aire. Los testigos que habían salido a auxiliar al gendarme, entre vecinos y transeúntes, corrieron a refugiarse, temiendo por sus vidas ante la amenaza de los disparos.

La rápida reacción de los vecinos permitió que la Policía y una ambulancia llegaran al lugar en cuestión de minutos. El gendarme Formichelli fue trasladado de urgencia al Hospital de Hurlingham, donde fue atendido por la herida de bala en la pierna. Según los reportes médicos, el oficial está fuera de peligro y se espera su pronta recuperación.

Este violento episodio no solo ha conmocionado a los habitantes de Hurlingham, sino que también ha reavivado las críticas hacia la gestión de Damián Selci, intendente del municipio, por la falta de seguridad en la localidad. El ataque a Formichelli es solo uno más en una serie de hechos delictivos que han escalado en los últimos meses, donde los vecinos denuncian un incremento en la actividad de motochorros, robos violentos y la presencia del crimen organizado en las calles.

Selci ha sido duramente cuestionado por no implementar políticas efectivas que controlen la creciente ola de delitos. Los ciudadanos de Hurlingham, cada vez más preocupados, han señalado que las autoridades municipales no han logrado garantizar la seguridad ni de los oficiales de la ley ni de los vecinos.»

Las medidas de seguridad en la zona, como el patrullaje policial o la instalación de cámaras de vigilancia, no han demostrado ser suficientes para disuadir a los delincuentes, que operan con total impunidad, incluso a plena luz del día. Este clima de inseguridad ha sembrado el temor en los habitantes de Hurlingham, quienes se sienten desprotegidos ante la falta de respuestas concretas por parte del gobierno local.