La situación en Nagorno Karabaj se vuelve cada vez más tensa a medida que las tropas de Azerbaiyán rodean la capital de la región, Stepanakert. La población, compuesta en su mayoría por armenios, se encuentra en una situación crítica, con temores de que las tropas azerbaiyanas puedan ingresar a la ciudad en cualquier momento.

Las autoridades locales han informado que la ciudad ha perdido la mayoría de los servicios básicos, incluyendo electricidad, gas, alimentos, gasolina, conexión a Internet y telefonía desde la ofensiva de Azerbaiyán a principios de semana. Los residentes se ven obligados a refugiarse en sótanos para protegerse. La escalada de violencia esta semana ha dejado un saldo de 200 personas muertas, y los pobladores de Nagorno Karabaj aceptaron deponer las armas tras los enfrentamientos.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, anunció el envío de ayuda humanitaria a la región, pero la situación humanitaria sigue siendo crítica debido al bloqueo del corredor de Lachin, la única vía de acceso desde Armenia al territorio disputado.

Mientras tanto, se han desarrollado protestas en Armenia contra el Gobierno por la rendición de Nagorno Karabaj y la negativa de involucrarse en un conflicto directo con Azerbaiyán. Las protestas han llevado a detenciones, incluyendo al líder de la oposición, Andranik Tevanián.

Además, se informa que manifestantes lanzaron pintura roja contra la Embajada de Rusia en Armenia, país que tiene una fuerza de paz en la región para evitar la violencia. El conflicto en Nagorno Karabaj ha involucrado a potencias regionales como Rusia y Turquía, con Moscú asumiendo un rol de mediador y Turquía respaldando a Azerbaiyán.